Hay marcas que son especialistas en lujo, y precisamente su estrategia de marketing radica en eso, el no ser permisibles para todo el mundo. Es algo que implica tener unos valores y un posicionamiento adquirido con el paso de los años de forma constante y una imagen de marca impoluta y clara. Pero sin duda lo más importante es tener unos productos que justifiquen esos precios. Y es que es sinónimo
de exclusividad. Porque hay productos que son tan exclusivos que si fueran baratos o gratis, no los compraríamos. No hablemos de un reloj Rolex o de un pedrolo de Cartier. Cuanto más valgan, pues mejor.
Las marcas que optan por estas estrategias de marketing miden y analizan todas las variables: desde los puntos de distribución, hasta el precio, como no el producto, y por supuesto la publicidad. Efectivamente hacen publicidad, pero no masiva, sino seleccionada, en aquellos medios que son afines al público que se puede permitir el producto. Como mucho hacen alguna cosa llamativa en exterior, pero simplemente por generar cobertura, no por afinidad. De lo contrario, perderían dinero.
Por ejemplo. Todos conocemos Ferrari. Lujo extremo en coches, y sabemos sus valores sin que nos hagan publicidad. ¿Para qué se van a gastar el dinero en marquesinas o en un anuncio de TV cuando el 95% de la gente que lo ve no tiene ni para pagar el cenicero del coche? Hacen publicidad, pero de otra forma. Comunicaciones directas a directivos, a antiguos poseedores de Ferrari, o eventos. Sin ir más lejos, el otro día iba yo por un centro comercial (ver foto), y tenían expuesto uno a modo de "después de salir de comprar una colonia, o unos pantalones, ¿que tal un Ferrari?" La verdad es que me sorprendió, porque no es el estilo de la marca. Cierto es que no estaba la típica azafata pesada de turno entregándote uno folletito como pasa con marcas como Seat, o Ford (mucho más para todos los días y para los que no podemos pagar el cenicero del Ferrari) cuando sacan un nuevo modelo, y que era una zona muy exclusiva de Madrid donde se mueven muchos cuartos. El coche estaba ahí solito, y yo como un barriobajero haciéndole fotos como si nunca hubiera visto uno. Yo puedo decir que hasta he montado

Lo mismo me vale para el Moet Chandon. Da gusto comerlo con fresas y creerte que estás en la peli de Pretty Woman, aunque cuando termines te toque limpiar las copas, y recoger los culos de las fresas para tirarlos a la basura.
Y siguiendo con la alimentación pero sin hablar de marcas. Una vez que pruebas las angulas, La Gula del Norte pasa a regional B
Las marcas y firmas de gran lujo como pueden ser Chanel, Dior, Gucci, Louis Vuitton, trabajan tanto el tema de la exclusividad que sus productos sólo se venden en sus propias tiendas (a excepción de aquellos países donde no están que siempre hay un distribuidor oficial, y las colonias) o algún corner en grandes almacenes... que viene a ser lo mismo. No hablo ya de los trajes, sino lo que realmente les da dinero que son los bolsos, carteras, cinturones y chorradas varias. Y mira que son caros de narices, pues aún así siguen vendiendo. Por ejemplo el Louis Vuitton de Miami ha tenido que cerrar su tienda de la exclusiva zona de Bal Harbour, para irse a otra donde pudieran abrir una tienda más grande porque allí no cabía ya mas gente. Que gusto tener tantos cuartos, que puedas irte a gastarlos allí.

Esta misma estrategia de marketing se ha aplicado al mundo de los coches. Marcas exclusivas y de lujo de toda la vida como Audi, Mercedes, BMW, Jaguar (no Porsches, Ferraris, ni Aston Martins que ya son lujo in extremis) han sacado modelos mucho más asequibles para ganar nuevos clientes y siempre respetando la imagen de marca y transmitiendo lujo y calidad de la marca. De esta forma obtienen más beneficios, pero sin descuidar los clientes de toda la vida que tienen sus altas gamas. Hay empresas que lo han hecho a la inversa. Partiendo de una marca para cliente medio, sacan nuevas marcas de lujo, como Toyota el Lexus y Honda el Acura.
Desde luego cada día hay más pobres, pero los ricos cada vez lo son más y se gastan más, al menos eso dice la Asociación Española del Lujo, que debe ser el lugar más pijo de la faz de la tierra para trabajar.
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Gracias por tu comentario y tus confesiones en este blog. AB María Purísima