Tendencias viajes. Bruselas no tiene mucho que ver

En épocas de bonanza económica a uno le da por marcarse viajes de fin de semana con tal de conocer mundo, y en Europa tenemos una situación privilegiada porque te coges un avión, y en dos horas estás ya en un sitio totalmente distinto. Uno de esos destinos que estaba de tendencia con vuelos baratos, era Bruselas. Y allá que me fui a pasar el fin de semana pensando que aquello daría para mucho.

Con toda esa pantomima de la capital de la Unión Europea, te piensas que aquello es lo más, y que debe ser de lo más cosmopolita que te puedas encontrar. Pues que va. Todo lo contrario. La ciudad no tiene nada y es bastante fea, dicho por gente que vive allí que han corroborado esta afirmación. No es que sea la ciudad más fea del mundo, porque no es eso, pero te esperas más.

El tema de los edificios oficiales de la UE, vienen a ser zonas empresariales como en cualquier sitio de Madrid o Barcelona.

Pero si que hay 3 zonas que merecen la pena de la ciudad:

• La Grande Place de la ciudad es quizás una de las plazas más bonitas que he visto en mi vida. Parece salida de un cuento de hadas, y merece muchisimo la pena pasear por allí y las calles aledañas. Una vez has pasado dos o tres calles, la ciudad vuelve a ser igual de fea. En una de esas calles aledañas te encuentras una aglomeración tremenda de gente haciendo fotos a algo. Te acercas y de repente ves al nenuco meón, más famoso: el Manneken Pis. Lo has visto en fotos, pero no te esperas que sea tan pequeño, unos 50 cm.
• Otra parte que merece la pena ver es la zona del Palacio Real. No es que sea algo extraordinario, y a la altura del subsuelo si lo comparamos con cualquier palacio de España, pero todo lo Real... pues tiene algo de majestuoso que agrada a la vista.
• Y la tercera cosa majestuosa que tiene la ciudad, es algo totalmente pecaminoso. Conocido por todos es el chocolate belga, que dicho sea, allí sabe mejor, con marcas como Godiva, pero sin duda, me quedo con los Gofres tamaño industrial, recién horneados con nata chocolate caliente y frutas por encima. Comerse uno no es pecado, pero si estas un fin de semana, van a caer más de 2.

El famoso atomium está a tomar por saco del centro, así que piénsate muy bien lo de ir.

Y la verdad es que Bruselas no tiene más. Todo lo contrario que Brujas y Gante, que están a una media hora en tren, y que me han dicho que son como de cuento. Quizás es un poco precipitado hacerlo todo en un viaje de un sólo fin de semana, pero desde luego lo que es la capital, se queda corta.