Tener ampollas en los dedos por el whatsapp es tendencia.

Lo confieso, no tengo un smartphone, y me muero de ganas por tener uno. Pero hasta que llegue ese momento, voy a hacer lo que mejor se nos da en este país: criticar. En este caso criticar a todos los que tienen un smarphone y tienen instalada la aplicación del whatsapp. Creo que son absolutamente todos menos dos señoras de Teruel que creen que tienen una calculadora en lugar de un móvil.

Y es que es tendencia estar liado con los dedos en el teléfono como si estuvieras con el mando de la Playstation a punto de pasar de pantalla del Resident Evil. Si ya la gente no tenía suficiente con hacer fotos, subirlas a Facebook, cambiar el estado para decir "me hago pis", mandar un twit, ver el email, hacernos saber todos donde coño están a través de
FourSquare...ahora le dan al whatsapp. Tanto que los que no lo tenemos nos sentimos como de un poblado chabolista, es decir, marginados, porque la gente te pregunta "tienes whatsapp?" Ya no quieren tu número, quieren tu whatsapp. Además se ahorran una pasta en SMS, que cabrones, mientras a mi me toca seguir pagando 0,15 por cada uno de ellos. Los SMS creo que tienen sus días contados. Y es que la aplicación es gratuita. Dentro de poco seguro que empiezan a inventarse aplicación premium o cosas así...o lo harán de pago cuando yo tenga un smartphone... o ya se buscarán alguna forma de rentabilizarlo publicitariamente.

Como quedes a tomar algo con una persona que tenga whatsapp o a cenar, estás perdido, porque es lo más parecido a hacerte tu mismo un monólogo del club de la comedia, pero sin audiencia... no te hacen ni caso, como mucho te responden a algo con monosílabos..

Otro día decides llamar a un amigo tuyo...para saber qué hace, o quedar con él... y el móvil apagado...una y otra vez. A las 5 horas cuando que te llame te importa lo mismo que el color de las bragas de la Duquesa de alba, te dice que es que se ha quedado sin batería "vaya mierda de móvil, chupa mucha batería". Pero vamos a ver alma de cántaro. Si estás ahí todo el día con el dedito mandando mensajitos... pues normal que chupe. Tengo a un amigo en Parla que esto le pasa con bastante frecuencia.

Por si fuera poco, cada mensajito recibido suele ser acompañado de un "clong", a dos mensajes por minuto "clong clong", así que en 5 minutos estas del clong hasta los webs... si ya es humillante hacerte un monólogo, por lo menos que el "clong" no te lo interrumpa.

Pero ante esta tendencia de móviles con whatsapp, yo tengo una ventaja. Mi móvil todavía tiene teclas, y aunque está penado por la DGT, puedo escribir SMS mientras conduzco, porque con el tacto, se dónde está cada tecla. Ellos no. Creo que esto lo hemos hecho todos alguna vez.

Y es que queramos o no, es una nueva forma de comunicación. Para muchos jóvenes el email ya no existe teniendo whatsapp. Hay que adaptarse, pero nunca perdiendo las formas clásicas de comunicación...el cara a cara mientras tomas un café y charlas, para mí, no tiene precio.

Yo sigo muriéndome de envidia porque quiero un smartphone, pero mi compañía de teléfono me lo oferta por más de 200 euros (toda una ganga). Menos mal que ayer Esperanza Gracia, esa vidente de Telecinco que se ríe de los anuncios de Corporación Dermoestética, dijo que esta semana los Piscis íbamos a tener suerte. Y me lo creo porque anoche movía las manos de una forma muy especial... no sé si llamarla para qué me diga exactamente cuando.