A finales de los 80 y primero de los 90, había una bebida que aunque no fuera la tendencia más total...ahí estaba: El Bitter Kas.
Era una bebida que tenía un posicionamiento claro de bebida sin alcohol para el aperitivo o a lo sumo de media tarde. Tenía un target muy definido que eran las mujeres, y es que creo que todos recordamos a nuestras madres un día de domingo a la hora del aperitivo diciendo: "a mi me vas a poner un bitter", o en su defecto un "mosto sin alcohol". También como digo, por la tarde, mientras el marido empezaba con los pelotazos, ellas le daban al bitter. Hacían campañas de publicidad, y la bebida estaba ahí como alternativa.
Cuando llegaron los 90 decidieron cambiar su estrategia de marketing y lanzarse hacia un público mucho más joven, y convertirlo en una bebida de tendencia. La cagaron y bastante porque a los jóvenes lo que les gusta es es alcohol, y creo que el sabor de bitter es demasiado específico y peculiar para que guste a tanta gente. Esa mezcla entre dulce y amargo...como si mordieras una cáscara de limón.
Desde esta década el producto ha caído cuesta abajo, sin frenos, y esperándole un muro de piedra maciza gallega con el que estrellarse. En primer lugar la marca KAS, va de capa caída. Para su dueña PEPSICO, no debe ser muy estratégica en el negocio porque ya ni se hacen campañas de publicidad del KAS NARANJA y KAS LIMÓN tan famosas en verano, y su consumo se centraliza sobre todo en el País Vasco.
El propio departamento de marketing podría haber seguido manteniéndolo como producto de aperitivo que seguro que funcionaría, pero ni eso. Además el no hacer campañas de publicidad, hace que no
prevalezca el recuerdo de marca, consecuencia...la gente no lo compra y no lo pide. Así que, dentro de las variables con las que juega el marketing en sus acciones, la que va relacionada con la distribución, se va a la mierda. Si la gente no lo pide y no lo compra, ¿para qué van a tenerlo los supers en los lineales? Y si no está en los lineales, pues la gente no lo compra. No quiero decir que haya desaparecido al 100%, pero desde luego no está en todos los sitios, y cuando lo encuentras, suele estar en la repisa de arriba, casi sin verse, y lo mas seguro que con alguna humedad y el cartón mojado de algo que se ha roto y lleva ahí meses.
Y es que yo ahora mismo me quedo muerto, si oigo decir a alguien en un bar "Me pones un bitter"
Actualmente creo que sí que podría plantearse una estrategia de marketing dirigida a las madres, aunque hay que tener en cuenta, que han aparecido nuevos productos para suplir la necesidad del aperitivo y que actualmente son mucho más tendencia, entre todos los públicos. El bitter y el mosto han sido sustituidos por el tinto de verano, la caña con limón, o la cerveza sin. Y es que estos productos han llevado detrás distintas estrategias de marketing: desde CRM, degustaciones, promociones captar clientes, y ambiciosas campañas de publicidad tanto offline como online.
No obstante quedan para el recuerdo sus campañas de publicidad y sus spots.
muy bueno! aunque como te dije ayer mi madre siempre tiene en el fridge... el bitter sigue teniendo su publico y es que hay gustos para todo. un beso
ResponderEliminarsi el bitter no tiene su público, qué me dices del ginger ale?
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo. El ginger ale, yo hasta diría que es marginal :). Se sacó como bebida para combinados....pero ni por esas...creo que le gana la partida el 7up o el Sprite.
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