Desde luego el colmo por sentirse bien, y dejarte relajado no tiene precio. Y como decían en aquella serie de tv de los 80 "la fama cuesta". Y a tanto llegamos que somos capaces de pasarlo mal, muy mal, para que al final te dejen bien. Y somos incluso de llegar a pagar por pasarlo mal. Ahora que luego te quedas como nuevo.
Ahora son tendencia los SPA. Pero no os engañéis, que no es tan bonito como lo pintan. Aunque es verdad que cuando terminas, parece que te has tomado una caja entera de Prozac. Acabas tan relajado, que te la pela todo. Lo mismo te da 8 que 80.
Pero para ello hay que sufrir. Primero son caros de narices, alrededor de 20 a 40 euros por cabeza, dependiendo de lo lujoso que sea. La segunda perrería es ponerte un gorro horroroso que es un ataque contra los derechos de la humanidad, porque a nadie le queda bien.
Una vez dentro, te das cuenta que es una actividad de tendencia, porque está plagado de gente. La idea que tiene la gente de un SPA, es la típica piscina con chorros y burbujas que te dan por distintas partes del cuerpo a forma de masaje. Esto si que da gustito, sentir unas presiones como un jacuzzi. Sobre
todo si la piscina en la que estás tiene el agua templadita.
Pues bien esta es la parte bonita y agradable de los SPA aunque hay algunos chorros que dependiendo en la parte que te den, yo los consideraría un arma.
Una vez has terminado en la piscina agradable, ves que hay más cosas que hacer, y como has pagado más de 20 pavos, pues te animas a probarlas, sin saber que son torturas. Y también porque haberte metido en una piscina para que te den unos chorros, te sientes un poco como algo que hacen las viejas y te dices a ti mismo, que quieres más.
Una gran perrería son las piscinas de distintas temperaturas, que son ideal para pasarlo mal. Porque de las tres piscinas: agua templada, caliente y fria, solo la primera es agradable. La segunda está muy caliente, pero bueno, se aguanta, hasta que la tensión te empieza a bajar a niveles de la economía española. Ahora que si te metes en la tercera, la del agua fría, después se salir de la de caliente, te cagas en todo lo que se menea, y debes estar loco, porque yo lo único que he conseguido es meter un poco los pies, y sentarme al lado para que se me moje el culo, mientras que ves a la gente meterse y hacer "uuffff, uffff" y pasarlo mal. Pobrecillos, que ganas de pasarlo mal.
Otra cosa que te venden como buena para la circulación, y no dudo que así lo sea, es andar por dos pisicinitas con agua hasta los tobillos, una de agua fria y otra de agua caliente. Hasta aquí todo bien, si no fuera porque el suelo esta lleno de piedrecitas que te impiden andar bien y se te clavan, y los andares son similares a los de una drag queen a la que se le ha roto una plataforma. Si por eso ponen una barra en medio para que te agarres.
La ducha 4 estaciones es otra forma de pasarlo mal. Es una ducha con chorros que te salen por este orden en: tobillos, muslos, tripa, pecho, y luego el típico chorro de ducha normal. Vamos que te van mojando de abajo arriba. En cada una de las partes empiezan por agua templada, luego caliente, luego templada, luego helada, y de nuevo templada, y luego, pues sube a la siguiente parte del cuerpo. En los tobillos, todo es aguantable. En los muslos, cuando te cascan el chorro frio, empiezas con los típicos "uuuhhhhhh", pero en la tripa, gritas........ porque el agua está helada y no quieres más. Intentas encontrar algún hueco de la ducha en la que no te de el maldito chorro.
La ducha cubo. Lo ves, y no sabes qué coño puede ser eso. Total que entras, y resulta que es un puñetero cubo de madera, con agua tirando a fresquita, y una cuerda. Te metes, tiras de la cuerda, y te cae todo el agua encima a lo Flashdance, y tu pones cara de haberte comido un par de guindillas. Vamos que manda huevos pagar por ducharte como en las pelis del oeste.
Pero lo más humillante sin duda son las duchas de manguera. Para explicarlo diré que es exactamente lo mismo que sale en las películas cuando al preso más peligroso le duchan contra una pared a manguerazo limpio. Pues esto es lo mismo. Manda huevos pagar porque te traten como a un preso, cuando yo pagaría por ser el que da los manguerazos.
Estas son algunas de las perrerías que puedes recibir, ahora que cuando sales, parece que tu vida es distinta, y seguramente vas a dormir como un bendito. Y más si lo acompañas con otra de las tendencias de la temporada: los masajes
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