La verdad es que hacía bastante tiempo que no me impactaba tanto una campaña publicitaria a simple vista a golpe de carcajada.
Oscar Mayer ha emprendido una nueva campaña de publicidad bajo el concepto creativo de americanizarse cuando comemos sus salchichas. Para ello han realizado algo que es tendencia desde hace años en el sector: hacer varias ejecuciones, o lo que es lo mismo, varias piezas. O por si no queda claro, rodar varios spots a la vez. Realmente creo contar como 6 ó 7. Excepto alguna que tiene calidad cero y gracia únicamente para los creativos, el resto son realmente buenos, pero sobre todo hay una ejecución que es una obra maestra: La de McKenzie.
Con sólo segundos, transmite lo que tiene que transmitir, tiene gracia, y se te queda. Y es que se debe a dos cosas: un guión coloquial y unas frases que todos empleamos en alguna situación, y por otro lado
el acting del muchacho que lo hace genial y se percibe como se va ofuscando. Me recuerda mucho a la buena interpretación de una campaña de Mercedes que tenía una chica en la peluquería.
Por fin, la gente de McCann la agencia ha hecho algo realmente bueno. Me acuerdo aquella estupidez que sacó la marca con el claim de "Nunca subestimes el poder de una salchicha". Algo que al mundo gay hizo vibrar y disfrutar.
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