Es propio que por estas fechas escriba alguna confesión sobre la tendencia de la temporada respecto a las campañas de publicidad sobre perfumes, pero este año empiezo por algo mucho más terrorífico y horroroso: El anuncio de la campaña de publicidad de la Loteria de Navidad.
No voy a negar que cualquier anuncio que se haga a posteriori de las fabulosas campañas del calvo, nos va a parecer malo, puesto que aquella saga dejó el listón muy alto. Un buen posicionamiento que transmitía lo que tenía que transmitir: ilusión.
Pero este año no. Este año la campaña de publicidad produce otro sentimiento: terror, miedo, pavor,