Hay que reconocer que la anterior canción Starship nos ha hecho bailar todo el verano sin importarnos hacer el ridículo lo más mínimo. Y esta, Pound the Alarm, va por el mismo camino porque es calcada a la otra con unos ritmos discotequeros cañeros de subidón propios de cualquier parking de discoteca de la ruta del bakalao. Repite la fórmula.
Ahora que no se quien idea sus videos y su vestuario. Creo que debe ser su peor enemigo. Si en el anterior parecia un transexual brasileño, en este directamente parece un león travestido para los carnavales. Ni más ni
menos.
Puntos a tener en cuenta:
- Ese cardado en el pelo que te hacen en las escuelas de peluquería las que aprenden a cortar el pelo, y al que va la gente por ahorrarse un par de euros, y que luego no hay ni Dios que arregle. Por mucho que esté la profesora luego dos horas.
- Esos andares, propios de los Beegees, con sus pantalones de campana.
- Esos tetones que se le van a salir, y que cuando se quite el top, seguro que tiene marcas moradas por falta de circulación.
- Ese escenario diminuto donde canta. El de mi pueblo en fiestas es mucho más grande.
- Ella lleva poniendo posturitas para que veamos los tetones que tienes. Se los toca. PEro ya en el 2:52, en pleno éxtasis, nos intenta golpear con ellas.
Aún así, la canción mola y nos va a hacer bailar... y es que su música, esta siendo la tendencia y la sensación de la temporada. A todas las horas, y en todos los sitios.
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