sábado, 5 de noviembre de 2011

Lo vintage es tendencia

Todos nos hemos dado cuenta que lo vintage es tendencia, tanto para bien, como para mal. Porque anda que no se han puesto de moda las gafas Ray-Ban Wayfarer y la gente no se da cuenta que no le quedan bien a nadie, bueno si, creo que en España hay 5 personas. Otro caso que se podía haber quedo en el olvido es Raffaella Carrá remixeada por Bob Sinclair...hombre... a cada uno lo suyo, pero por separado, pero que va a ser lo próximo David Guetta remixeando el Noa Noa de
Massiel? Podría tener su punto.

Hay otros casos que lo vintage ha vuelto para bien, como por ejemplo las Ray-Ban Aviator, que ya las llevaba mi padre cuando yo era un mico, estéticas POP, de los años 60 y 70, las converse all stars, la estética retro, y muchas cosas más.

Pero el otro día pase por una papelería y descubrí algo que mi mente había olvidado y que confieso, siempre había querido: Un estuche de PELIKAN. Para los que no hayáis estudiado EGB en los años 80, esto os sonará a chino mandarín en su dialecto más cerrado, el de la provincia de Zhung-Xu, pero para resto, sabéis de lo que os hablo. En aquella época había dos tipos de estuches: El de cremallera de toda la vida, y el de las niñas, que era esa caja metálica horrorosa, alargada, con una bandeja en medio, donde no cabía nada y que siempre se caía al suelo, haciendo un estrepitoso ruido.

De repente, un día la vuelta de las Navidades, al 90% de los niños de mi clase, les habían traído los Reyes el estuche de Pelikan. Era enorme, de colores llamativos, y dos modelos: uno con el eje en la parte estrecha y otro en la parte larga (como en la foto). Tenían dos pisos: por un lado los lápices de colores y distintas reglas tamaño mini, y por el otro los rotus. Lo podías abrir por cualquiera de los dos lados, o bien voltear el separador. Era increíble. Yo siempre quise uno, porque durante los años sucesivos fue la tendencia en complemento escolar ( si hubiera existido la Vogue niños en aquella época, lo mencionaría). Pero la verdad es que mis padres, por mucho que me emperré nunca me lo compraron.




El único complemento tendencia que me compraron fue uno de aquellos bolis que tenían como 10 colores y que eran tan gordos que no se podía escribir. Porque cuando los profesores te daban aquella lista de materral escolar a principios de curso, y ponían 1 caja de rotuladores, a mi me compraban la Carioca de 12, yo quería la de 24 o la de 36, pero mis padres me decían, "no, que los vas a perder".. Y es que aquel que tuviera la de 24 o bien la de 36, era el amo de la clase, porque tenía aquel color tan codiciado que era el rotulador "color carne" o mil variedades de azules.

Total, que nunca tuve mi estuche de PELIKAN...y creo que vuelve con fuerza esta temporada

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por tu comentario y tus confesiones en este blog. AB María Purísima