Ir al gimnasio es tendencia, pero ¿para qué?

Desde hace unos 14 años, se ha extendido como tendencia habitual el cuidado y el culto por el cuerpo. En concreto ir al gimnasio se ha convertido casi en sinónimo de ser chic. Y curiosamente a la par que nuestra población alcanza los índices  más altos de sobrepeso. Vamos que en unos años estás como un tonel, o con cuerpazo, no va a haber término medio.

Pero volvamos al tema del gimnasio. ¿Quién no está apuntado o se ha apuntado (y desapuntado alguna vez a uno?

Soy usuario de gimnasios desde hace unos 10 años, pero de los que va regularmente. Y me he dado cuenta del submundo de fauna y flora que es aquello digno de hacer una serie documental llamada El hombre y el gym, pudiéndose clasificar todos los individuos en función de lo que van a hacer allí.

• En primer lugar está el tonto del móvil. No voy a decir nada, porque es un grupo de tendencia de reciente incorporación que todos conocemos.
• Está el conocido grupo de los que van al gimnasio una hora, y 45 minutos se lo pasan hablando. Con uno y con otro. Además es gracioso porque suelen ser personas que están hablando con otro que sí que esta haciendo algún tipo de ejercicio.
• Una subespecie de este grupo, son los que están deseando hacer amigos. Se suelen apuntar a las clases colectivas tipo spinning, step, bodypump... Están deseando apuntarse a las actividades extragym que se hacen fuera, o son los impulsores de quedar a tomar algo después del gym. El gimnasio se ha convertido en un lugar de tendencia superchic para conocer gente y para pasarlo chupi.
• No voy a decir que dentro de las clases de aerobic siempre está el o la típica arrítmica que no da pie con bola, y que es dign@ de estudio, porque es imposible no seguir al menos uno de los ritmos de la canción, pero el o ella no consigue ni eso.
• Otro grupo son los mazacotes. Esas moles que están todo el tiempo en la zona de las pesas, con unos cuerpos que equivalen a 5 chinos y con cara de no saber leer ni de expresarse con una oración subordinada. Hablan poco, y es que muchos son de Europa del Este.
• Los gimnasios son un poco también lugar de exhibición. Y muchas van a mostrar su último modelo de alta costura del Venca. Sobre todo desde el punto de vista femenino. Hay algunas que parece que van a una fiesta, con todo super conjuntado. Mallas de sordomuda y tops con escotes dignos de Sabrina. Además deben ser unas chicas que vienen de Marte porque no sudan. Es curioso... no sudan. 
• A su lado por el contrario siempre está el chico que lleva una camiseta de FANTA de hace 10 años que vendía para el viaje de fin de curso, que le queda 4 tallas más grande y el pobre va chorreando como si viniera darse un SPA.
• Pero es verdad que ahora todas las marcas tienen unos conjuntos increíbles para ir al gym. Hasta con la bolsa a juego. Valen una pasta, y con predominancia de los colores chillones y fosforitos. Las hay que no repiten modelo en toda la semana.
• Dentro de estas super divinas que en lugar de ir al gym, parece que van a la pasarela Cibeles, me gustaría hacer una distinción a la parte de Latinoamérica, sobre todo Colombia, Venezuela y Brasil. Se nota que en esta zona del globo tienen un culto al cuerpo que no es normal, tanto ellos (cuerpos de impresión), como ellas que están operadísimas, con tetas que retan a la fuerza de la gravedad y culos que harían temblar a la mismísima JLO.
• Esto implica otro grupo: el de los mirones. Siempre siguiéndolas con la mirada y comentando entre sus amigos "¿has visto esa?, joder vaya tetas?"
• De aquí sale otra especie, el baboso que siempre está detrás de ellas intentando ligar. Porque otro de los objetivos del gym es ir a ligar. Yo cuando veo la situación intento ponerme al lado, apago la música, pero sigo con los cascos puestos para parecer que estoy a mi rollo, y así escuchar las tonterías que podemos llegar a decir algunos tíos. Frases del estilo: "deberías estirar, ¿quieres que te ayude?", "jolín qué  flexibilidad yo no podría hacer eso", "te he visto en un par de clases".
• Ellos (Latiniamérica) además de tener unos cuerpos curradísimos, son adictos a las cremas por el cuerpo después de la ducha, y es que por allí deben estar más baratas
• Como no podía faltar, aquí también están las chonis... ellas a su rollo vestidas de cualquier manera, llevan de tatuajes y aguantan unos dos meses.
• Y por su puesto también los poligoneros. Esos tirillas que van en plan malote por la calle, pero que allí, con tanto mazacote no se atreven a decir ni "mu" e intentan ponerse cachas en dos semanas haciendo todos los aparatos...pero mal. También aguantan otras dos semanas.
• Y es que cuando uno va con frecuencia al gym, ve mucha gente que aguanta 3 meses y se va. Sobre todo a la vuelta de las Navidades y justo antes del verano, que es la tendencia. No se puede pretender estar estupendo empezando en Mayo. El gimnasio y los resultados es cuestión de constancia. Es aburrido, pero se ven los resultados al cabo de meses.
• Hay otro tipo de gente, entradita en kilos que van mucho, sudan mucho, pero siempre están igual. Eso no tiene otra explicación que después se inflen a bollos, y es que si te tiras sudando una hora, y luego te comes 3 palmeras de chocolate... pues no.
• El mundo gay también tiene su representación. Normalmente pueden pasar desapercibidos, y no se les nota, integrándose en cualquiera de los anteriores grupos, pero hay veces que se dejan notar por iniciativa propia: pantalones megacortos, camisetas de tirantes ajustadas con unos escotes que parace que buscan una gargantilla de Tous alrededor del cuello para lucirla, cintas en el pelo... y hasta los he visto con calentadores.
• Por último están los monitores... que la mayoría de las veces están hablando con alguna buenorra en la cinta, o enseñándole cómo hacer un ejercicio

Y para finalizar un regalito musical mítico, que no tiene desperdicio