Las toallitas para bebés son tendencia en todas las casas, aunque no haya churumbeles

En ocasiones, dentro del mundo del marketing ocurren cosas inesperadas como ya comenté en el caso de Aquarius, y un producto se convierte en  best seller y tendencia porque los usuarios le dan otra utilidad para la que no estaba prevista.

Uno de estos casos, y digno de que se le haga un estudio en plan de los que salen en TV con gráficos hechos por el instituto nacional de estadística, es el de las toallitas para bebés, que además es un producto que se ha promocionado considerablemente poco (excepto las Kandoo). Gran parte de este éxito se debe en primer lugar al Mercadona, que te vende un superpaquete de 100 toallitas por menos de 2 euros; y en segundo a lo fabuloso de esta gran producto, de total tendencia en los hogares por su capacidad multiuso. Y es que si quitan los productos Deliplús del mercado, en
España se formaría una muy gorda. Es más, creo que hasta puede dar para escribir un post en un futuro relacionado con ello.

A esta reflexión he llegado después de mucho analizar, e investigar cotillear en las casas de conocidos. Hay una edad, los treinta y tantos, en los que algunos amigos ya empiezan a tener sus nenes, así que no es raro encontrar este producto en sus hogares para limpiar el culete de sus nenucos, pero otros muchos son solte@s y también usan este producto, cuando a priori, no está destinado para ellos.

Y es que este producto multiuso es maravilloso. No os voy a decir para qué se usa entre los que no tienen hijos, cuando principalmente las toallitas se encuentran en la mesita de noche en un cajón al lado de una caja de DUREX. Que cada uno lo interprete como quiera, pero seguro que la mayoría también (incluido yo) lo usa para estos menesteres, para después del... En la encuesta saldría muy arriba. Y es que esta es la tendencia de uso mayoritaria. Tanto que se ha convertido en un complemento del mobiliario de dormitorios fundamental.

Pero no es el único uso... tiene miles. Que tienes las manos pringadas de algo, pues coges una (si eres capaz de sacar sólo una porque por norma general salen 3 ó 4) y te las limpias. Otro uso con el que le estoy sacando mucho partido es al suelo. Imaginate, que acabas de fregar el sueño, tienes el suelo impoluto, y de repente, un manchurrón. Se acabó montar todo ese ritual de saca el cubo, la fregona, echa agua, moja el mocho, exprímelo, limpialo, tira el agua, y guarda el cubo y la fregona. Esta es la opción A. Pero está la opción B. Vas a donde tienes las toallitas (sacas 1 o varias,) y limpias la mancha. Creo que no hay color, el ahorro de tiempo y de agua que se consigue es total.

Que de repente se te presenta una visita inesperada, y tienes el baño echo unos zorros (frase de las madres), y no te da tiempo a sacar la ballerina y pasarla por todos los sitios. Pues sacas tus toallitas, y las pasas por el lavabo y un poco por la taza... y no es que quede como los chorros del oro, pero por lo menos no quedas como un cerdo, y queda más o menos decente. Además como están húmedas se llevan toda la mierda.

Me consta que muchos lo usan como sustitutivo del papel higiénico, pero allá cada uno con sus higienes y sus sensaciones de frescor ( como aquella chica del los geles y desodorantes de FA que corría en pelotas porque se sentía super fresca)

Después de esta confesión, que no me venga nadie sin hijos diciendo que no las usa, porque creo que todos lo hacemos o lo hemos hecho. Y están en casi todas las casas. Sólo hace falta ver como están presentes en las cestas y los carritos del Mercadona. Por cierto lo importante es que no te las dejes abiertas que se resecan y entonces no valen para nada.