Tendencias viajes. Dublín cerveza y Whisky

Recuerdo que hace años, quizás más que en la actualidad, Dublín e Irlanda era un destino de tendencia. Sobre todo entre todos aquellos que terminaban la universidad y necesitaban aprender inglés y no querían ir a Londres porque allí había muchos españoles.

Ese fue el caso de varios amigos, así que yo aproveché para ir a verlos de viaje unas vacaciones, y de paso conocer una ciudad más.

Personalmente la ciudad no me gustó mucho. A decir verdad, sólo un 10% de ella. Ahora si eres de los que les gusta las ciudades pequeñas, tradicionales, conservadoras y manejables... puede que Dublín sea tu ciudad. Si además te gustan los días grises y lluviosos, entonces definitivamente es tu ciudad, porque en 7 días que
estuve en pleno mes de agosto, salió el sol 1 día.

La ciudad es para mi gusto bastante fea excepto determinadas zonas. Tiene unos 800.000 habitantes y es bastante manejable. Esto tiene su pequeño inconveniente. Como todo está a mano, al final decides no usar el transporte público (en mi época solo autobuses, no se si habrán puesto metro) por no estar esperándolo. Resultado: Te pegas unas caminatas de flipar para ir a todos los sitios.

La fealdad de la ciudad que es totalmente gris, queda totalmente compensada por el buen rollo de los habitantes, que son realmente amables, bonachones, y con mofletes enrojecidos, y ellas bastante tetonas. Y es que beben como si el mundo se fuera a acabar al día siguiente. Así que se pillan unos pedos de índole desproporcionada, tanto ellos como ellas, que al final están durmiendo en un soportal en vestido de tirantes con las bragas en la cara. Y es que allí lo típico cuando sales de trabajar, terminas de hacer la compra, has limpiado, has llevado a los niños al coles, en definitiva, cuando tienes tiempo libre, es irte al pub a tomarte pintas de Guinness o pelotazos de Jameson. Y así salen. Pero son muy buena gente.

La ciudad se puede decir que se divide en dos partes debido al rio que cruza: el Liffey. Una de las cosas más interesantes que tiene Dublín son la variedad de puentes para cruzar el río, aunque te mezclan uno estilo del s.XIX con uno postmoderno de la actualidad en cuestión de 50 metros, y se quedan tan anchos.

De la zona parte norte, la más fea, me quedo con Henry St, que es la calle comercial, y lo que más merece la pena en mi humilde opinión, y la antigua destilería de Jameson.

En la parte sur hay un poco más de chicha. Está la famosa universidad de Trinity (ojo no tiene nada que ver con la de Matrix), y Temple Bar que es un poco aglomeración de bares en plan la zona de Huertas de Madrid, pero con un toque más universitario y todos hablando en inglés. Por esa zona y lindando con el río está el hotel de Bono el de U2, así que se entiende que tiene bastante pasta..

Pero sin lugar a dudas la parte más bonita de todo Dublín es la zona se St Stephen´s Green Park y alrededores, como la calle Grafton. Es una zona realmente chula, de tendencias, con tiendas, pastelerías, cafeterías, sus parquecitos, y guardando las distancias, un poco al estilo del Chelsea de NYC o Notting Hill de Londres. Es por ende y como no suele ser de otra forma...una zona de pasta. Esta zona si que merece realmente explorarla con paseos.

Realmente Dublín te lo ves en 3 días si no te los pasas todos bebiendo como ellos y con resaca al día siguiente. Así que si en el viaje vas a estar más días. mejor que vayas a ver más cosas de Irlanda que debe ser muy bonita y verde, o te vas a morir del aburrimiento. Justo al norte de Dublín hay un castillo que merece la pena visitar, y al sur un pueblecito típico de pescadores, con su playita, ahora que a ver quien tiene webs de meterse en el agua que tiene que estar como los on the rocks (hielos para los de Letonia) que le pones al Jameson. Ambas cosas te lo puedes hacer en un día en un trenecito tipo cercanías.